Puesto que los textos y la lectura cambian según las épocas históricas, las comunidades culturales y las actividades humanas, conviene preguntarnos cómo leemos hoy y aquí. En primer lugar, cualquier escrito expresa una ideología y esconde detrás a un autor interesado... ¿quién es?, ¿qué pretende? También los formatos cambian: las pantallas y la web arrinconan a la biblioteca de papel. Navegamos, tecleamos un término y hacemos clic para que comparezcan miles de respuestas al momento: ¿son fiables? En tercer lugar, accedemos con frecuencia y facilidad a textos en otros idiomas, que conocemos sólo en parte: ¿los ...